Él saca lo mejor de mi... soy todo lo que soy porque él es todo lo que quiero. Aunque el mucha veces no lo ve.
miércoles, 13 de julio de 2016
Pequeñas cosas que alegran el alma.
Y cuando menos lo esperas ¡llega!
Una noche ya cuando mi corazón no
podía más, cuando mi alma estaba desgastada por tantas decepciones y mi mente más cerrada que nunca… una noche
en la que solo me quedaba esa pequeña esperezan esa que sale de lo más profundo
de nosotros, para recordarnos que
seguimos vivos… una noche de esas… miré al cielo e hice una tregua con el
destino, prometiéndole que cambiaría mi forma de ser a cambio de ese amor puro
e incondicional que toda persona desea tener.
De inmediato señales comenzaron a aparecer, ese amor se
aproximaba a mi vida, ese amor que tanto había esperado y que pensaba no
existía.
Una noche de enero, llego aquel mensaje que en texto decía la
frase que cambiaría mi vida. Desde ese momento supe que todo sería diferente, por lo que no quise parecer desesperada y tarde en
responder.
Desde el primer momento que
entablamos una conversación supe que era mi chico ideal, los días fueron
pasando y nos fuimos conociendo mejor.
Y sin duda el chico E llegó para cambiarme
la vida…su apariencia inocente, su amabilidad, la honestidad que reflejaba, me cautivaron.
No podía creer que ese chico se hubiese fijado en mí; me parecía perfecto.
Luego de algunas semanas, nos
hicimos novios. En este momento me sentía extraña, sentía que de verdad sería
una relación seria pero a la vez tenia mis dudas. En ocasiones anteriores había
sentido lo mismo pero lograron ser un fraude, por lo que cada momento
maravilloso con el chico E me parecía irreal, pero al mismo tiempo trataba de
disfrutarlo el 100%.
Durante el primer trimestre de la
relación tenia mis dudas, también cometí errores… pero estos me ayudaron a visualizar y caer en cuenta que es lo que deseaba en mi vida. Desde ese momento
supe que no había nada que pensar ese chico era el amor de mi vida, a
diferencia de otras relaciones en esta tenía que dar el todo por el todo, por
eso decidí cambiar mi forma de ser. Entregarle lo mejor de mí al chico E.
En mi pasado quizás siempre
entregue algo que creí que era importante, pero con el tiempo supe que no hay
nada más importante que el amor incondicional hacia otra persona y que para ser
amado hay que amar.
Los siguientes meses fueron una película
romántica, el chico E me trataba como nunca nadie lo había hecho, me sentía
amada por primera vez… las salidas al cine, comer helado, tardes de película hicieron
que creciera más mi devoción por él.
Estaba tan enamorada, tan
ilusionada de esta relación, de ese chico E que día y noche no podía dejar de
verlo.
Juntos pasamos los mejores
momentos, me sentía de maravilla recalco… que quizás como nunca antes me había sentido.
Estar junto a él era tan mágico que simplemente no tengo palabras para describirlo.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)